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DISTRIBUCIÓN DE AGUA EN EL ORGANISMO

El agua total del organismo constituye alrededor de 60% a 70% del peso corporal, se encuentra distribuida en dos grandes compartimientos: el intracelular y el intracelular. El compartimiento celular contiene las dos terceras partes del agua total y es ahí donde se llevan a cabo los procesos metabólicos con la participación de enzimas. Dentro del compartimiento intracelular existe gran número de compartimientos separados, representados por distintos organelos subcelulares.

El agua extracelular es el medio ambiente inmediato a la célula, contiende casi un tercio del agua total y se distribuye entre el plasma o volumen vascular e intersticial (que incluye linfa y agua de huesos y tejido conjuntivo).

Los mamíferos terrestres difieren de sus ancestros marinos en que los primeros llevas su propio océano consigo. El líquido intersticial es el “intermediario” de los líquidos corporales, es un sistema de transferencia. Es el medio a través del cual pasan los nutrimentos de la sangre a las células y los productos de desecho de la célula a la sangre; además, diversas moléculas reguladoras (hormonas) lo hacen por este espacio.

Los tejidos en general presentan casi el mismo grado de hidratación excepto esqueleto y tejido adiposo. Sin embargo, el esqueleto, en virtud de conseguir gran parte del cuerpo contribuye con cierta cantidad de agua en la hidratación total del organismo. En cuanto al tejido adiposo, es obvio su bajo contenido en agua ya que la grasa, no polar, es material hidrofobico.

Diariamente se ingieren y se eliminan por diferentes vías, cantidades variadas de agua según las condiciones ambientales y la actividad del individuo. Estas entradas y perdidas de agua se deben a ser iguales para que el organismo conserve el equilibrio hídrico en un individuo  normal de 70 kg de peso, este equilibrio hídrico se conserva